Introducción: Los avances tecnológicos quirúrgicos han modificado el circuito de la cirugía de catarata, siendo de ingreso hace años a ser, con frecuencia, ambulatoria actualmente por los escasos cuidados posquirúrgicos necesarios. Por otra parte, la existencia de comorbilidades en estos pacientes es una constante que podría obligar a replantear este circuito. Material y métodos: Diseñamos un estudio observacional prospectivo con una muestra de 125 pacientes sometidos a facoemulsificación bajo anestesia tópica. Anestesiólogos no involucrados en el estudio recogieron los datos demográficos y perioperatorios. Definimos hipertensión arterial intraoperatoria con elevación de la misma en un 20 % sobre la basal. Resultados y discusión: Un 67,2 % de los pacientes fueron hipertensión arterial, en su mayoría tratados con dos fármacos o menos. Un 25,6 % de la muestra presentó hipertensión arterial intraoperatoria, de los cuales un 40,6 % precisaron tratamiento intraoperatorio sin efectos adversos relacionados con este. No hubo asociación estadísticamente significativa entre la aparición de hipertensión arterial intraoperatoria y la toma, o no, de la medicación antihipertensiva habitual ni con la utilización de fenilefrina ocular. La ocupación de la CMA por los pacientes motivo de nuestro estudio fue excesiva dada la nula necesidad de cuidados perioperatorios. Conclusión: La realización de esta cirugía en circuito ambulante es segura, ya queno precisa de medidas especiales preoperatorias ni cuidados posquirúrgicos. La administración de fenilefrina ocular no debe ser contraindicada por patología hipertensiva basal. La ocupación de la CUMA con estos pacientes es injustificada, pudiendo destinarse a cirugías que precisen mayores cuidados posquirúrgicos.

CIR MAY AMB 2020; 25 (1): 3-7